miércoles, 8 de octubre de 2008

La Inherencia de la Poesía

Jorge Osorio Naranjo

"Hay un timbre humano, un latido vital y
Sincero, al cual debe propender el artista,
A través de no importa que disciplinas,
Teorías o procesos creadores"
César Vallejo


Todo acto humano tiene una razón y un destino. Pudiera llamársele a esto El Móvil. Todo acto humano tiene un presupuesto. Se es Poeta porque se es humano, lo humano se impone, siempre, con sus veteaduras y luminiscencias; la poesía es, como nos enseño Vallejo, un acto humano. Tiene un presupuesto. Sería interesante abordar el móvil de las poéticas a lo largo de su devenir. Tema que me fascina por cierto. Sería interesante abordar el móvil de la creación artística en nuestra actualidad, en nuestro entorno inmediato. Sería, pues, interesante que muchos de nosotros –poetas- nos preguntásemos por qué escribimos y a qué aspiramos. A las calladas, para nuestro cotejo. Cuando hablo con algún amigo sobre este tema, o cuando sin proponerlo, alguien lo toca, ineludiblemente sale a relucir lo vivencial. Es casi un lugar común aquello de que el poeta debe sufrir. Quien se imponga el sufrimiento como norma estará más concentrado en cumplir que en vivir pese a todo y por encima del lastre que no se quiere. De modo que la mala vida no es una especie de suerte que privilegia a algunos. Exaltación del espíritu a través del dolor. Los románticos que se alinearon a esto como tesis de vida, se afectaron. Los que vivieron en el sufrimiento revirtiéndolo en provecho y devinieron Románticos, trascendieron ¿Clásicos, Románticos (…) Experimentales? Remítanse a la frase de César Vallejo que encabeza esta parte. En mi opinión, es ese el presupuesto de toda poesía. Es la Inherencia de la poesía.

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