Tarde gris...sin gente
la que nos vio partir alma mía
escondida tu tras la ventana,
perdido yo contemplando el piso
juntos compartiendo un sollozo
Pasó aquella tarde, alma mía
tarde que nadie más recuerda (ni aún nosotros)
cuando el triste y actual silencio,
se apoderó de nuestras bocas que nunca más se besaron,
de nuestros ojos que no se encontraron más,
Dulce alma mía
prometí no escribirte más ...
y he incumplido fielmente durante años
desde aquella tarde que no recuerdo,
cuando ya no entendimos ...
que nunca más quisimos
Se nos va la vida, dulce alma mía
rodeados de sueños,
sueños lindos que son de verdad
para los otros que nos ven
pero sólo nosotros sabemos...
el sabor amargo de soñarnos juntos
nuestro, incomprensible...deliciosamente amargo.
¿Donde estarán mis cartas?, dulce alma mía
sé que como yo, las escondes de ti.
para que sigan siendo nada
cuando la soledad de la que huíamos
nos alcanzó otra vez...
y acompañó nuestros pasos.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario