Hay un grito suspendido
en las esquinas de mis sueños
Una agonía constante
deslizándose sobre las fachadas grises
de estas calles soleadas
Una protesta muda
abordando en los andenes
sin misericordia
Un atar de manos
y el eco de unos pies
huyendo de esta muerte
Hay un dolor envolviendo las luces del semáforo
enredándose en los cables de la luz
atrapado en las farolas
aspirando a ser nube vaporosa,
ráfaga de aire en fuga hacia la nada,
aliento evaporado en el asfalto
para que ya no pese tanto
para que no nos atormente
y nos confine en las guaridas
jueves, 4 de diciembre de 2008
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