De Mi Libro:La lógica ilógica

sin salida:

Esa noche destruida
por los hechos,
Corrí...
lo mas lejos posible,
trate de que el viento
húmedo y frío
borrara de mi el dolor
que carcomía mis entrañas,
pero imposible,
mi sufrimiento no desaparecía,
Corrí...
casi hasta llegue a volar...
a flotar...
a tocar...
ese oscuro y duro cielo
que se había convertido
en mi compañero incansable,
cuando me halle en la mitad del parque,
supe que todo había terminado,
que me sumiría en la mas cruda soledad,
que poco a poco además
de invadir mi alma,
tomaba todo mi cuerpo,
me desplome sobre el pasto mojado
sin saber nada mas de mi,
sentí un calido suspiro que me arrullaba,
así que abrí los ojos
y volví de nuevo en si
al momento que estaba
taladrando mi alma,
salí de allí sin rumbo fijo,
cabizbaja y cansada por la huida,
al mirar de frente fijamente
termine chocándome irremediablemente
con ese rostro que jamás olvidaría,
allí estaba ella junto a mi
con sus profundos ojos claros,
que me hicieron comprender
que aunque el tiempo pase
nunca cesaría el dolor
que me causo el suceso de esa noche
llena de tinieblas
que llevaba mi alma despiadadamente
al infierno
que constituía en ese instante
mi vida.