Escapo con la llegada de la luna.
Quiero darte todo lo no que tengo.
Atraparte… sin dejarte ir.
Quiero entrar en tu sueño.
Dejar a un lado la muerte para entrar en tu corazón.
Quiero amarte sin vida y sin razón.
Penando bajo la luz de la noche
Intento atrapar tu silueta.
Atrapado en el bosque de concreto
Intento rayar con la realidad.
Quiero cortar cada momento,
Volverlo mar dentro de mi corazón,
Quiero navegarlo hacia ti…
Sin destino y sin dirección.
Alejado de ti… intento seguir soñando
Intento decirle a Dios que aprendí a amarte.
Que auque a tu lado no pueda vivir,
Mi amor es capaz de llenar tu corazón,
Es capaz de mover la montaña,
Es capaz de hacer crecer una flor,
En lo mas prefundo del infierno....
Donde no existe el amor.
Se que las noches para mi serán eternas
Como la muerte misma.
Lo único vivo en mí es mí amor y mí esperaza.
Aunque viva penando….
Huiré de donde la noche no tiene fin,
Te susurrare al odio tiernamente…
Que aun fuera de esta vida
Tu eres mi razon para volver, mi corazon...
Mi dulce latir.
lunes, 6 de abril de 2009
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2 comentarios:
Huy!!! es realmente conmovedor llegar a ser un penitente de amor, un alma que vaga con el recuerdo de la pasión, que busca entre las brumas de la noche al amor que ha dejado, que intenta aún despues de muerto seguir viviendo.
Es un poema que desgarra, que se siente su frustrado impetú por seguir siendo lo que fue. Un amor hermoso y sufriente.
Un abrazo poeta, desde el más allá en Santiago de Chile.
Graciass....sentir hace parte del amor...y siempre debemos procurar que dure mas alla de la eternidad
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