Algo se muere en mi
con cada noche
la piel expuesta a los deseos,
soy una tarde moribunda
sucumbiendo al fuego de su abrazo
Algo se muere en mi
-dentro de mi-
en cada beso
y en cada palabra que se escapa
se van cayendo al pozo oscuro
del destierro
aquellos miedos que marcaron mi agonía
Quietos mis ojos,
callados en sus ojos,
silenciados por el brillo que me admira,
me vuelvo noche
recogiendo los deseos
y abrigo lunas
entre mis senos que palpitan
martes, 19 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
hola Gloria,
cuando paso por aqui siempre encuentro un bello verso o poesía.
Pasa por mi blog a recoger el Premio de Poetas. Vosotros os merecéis. Formáis una tropa maravillosa.
un saludo cordial^^
Rebecca
Gracias Rebecca, ya mismo paso por tu blog
Publicar un comentario